Entrevista al Presidente

Usted hace muchos años que es socio de Caja de Ingenieros y su presidente desde el mes de marzo de 2021. ¿Cuál ha sido su relación con la Entidad?

Soy socio desde que terminé la carrera de ingeniería, hace 46 años. Durante todo este tiempo, la Entidad me ha acompañado en diferentes momentos de mi vida personal y profesional, aportándome asesoramiento y servicios financieros, como con mi primer crédito, mis inversiones o con mi previsión de jubilación. En 2012, me incorporé a Caja de Ingenieros como miembro del Consejo Rector, cargo que ocupé hasta 2017, cuando pasé a ser secretario del Consejo Rector y presidente de la Comisión de Auditoría y Riesgos.

En su opinión, ¿cómo ha sido la evolución de la Entidad durante los últimos años?

La evolución ha sido muy positiva, ya que en los últimos diez años Caja de Ingenieros ha duplicado la mayoría de las cifras relevantes, como el número de socios, el volumen de negocio o el número de profesionales de nuestro equipo, entre otras.

Queremos continuar con esta línea de crecimiento y seguir posicionándonos como una cooperativa de crédito de referencia en el sector bancario, reconocida por la satisfacción de sus socios y por su eficiencia, manteniendo nuestro carácter socialmente responsable, a la vez que ofrecemos la respuesta adecuada y diferencial a las necesidades de nuestros socios en todo el territorio.

¿Cuáles son sus objetivos para el Grupo?

Me he planteado tres objetivos muy concretos: aumentar la satisfacción de los socios y socias, ya que ellos son el eje principal de nuestra actividad; mantener la solvencia y la política de riesgos; y estar siempre atento al entorno social, económico y regulador.

Todo ello lo llevaremos a cabo en el marco de nuestro plan estratégico Conecta 2023, a la vez que nos adaptamos a las circunstancias del mercado, que, como ha quedado demostrado con la pandemia causada por la COVID-19, pueden ser inesperadas y cambiantes. Es necesario ser capaz de adaptarse rápidamente a este entorno, tal y como hemos hecho con éxito en 2020.

¿Y cómo piensa conseguir estos objetivos?

Por supuesto, con la ayuda del gran equipo de profesionales del Grupo, así como de sus directivos y consejeros, sin los cuales el gobierno colegiado no se podría llevar a cabo.

Para conseguir estos objetivos será necesario mantener un crecimiento sostenible en todo el país; establecer un estricto control de riesgos; mantener una gobernanza colegiada; incrementar la digitalización; mejorar la eficiencia en la gestión de la tecnología de la información; y optimizar la organización, la implicación y la satisfacción del personal, a la vez que potenciamos los sistemas de control de gestión.

¿Cuál es su visión sobre el sector bancario en España? 

El antiguo modelo del sector bancario con muchas oficinas llenas de personal ha quedado obsoleto. Ahora mismo, el sector se encuentra inmerso en un proceso de reestructuración que está llevando a cambios muy drásticos y que depende de muchos factores: los tipos de interés negativos; el elevado coste del mantenimiento de las oficinas físicas; o la digitalización. El sector ya no volverá a ser como lo conocíamos antes.

El futuro es incierto, pero nosotros vamos por muy buen camino y nuestra filosofía y nuestros elevados niveles de solvencia nos han llevado a crecer poco a poco, abriendo oficinas por todo el territorio y ampliando el número de nuestros profesionales para seguir prestando un servicio personalizado y cercano.

Existe una fuerte demanda de la digitalización en el sector y Caja de Ingenieros lleva años preparándose para ello. De hecho, en los últimos seis años hemos invertido 40 millones de euros en tecnología para alcanzar el alto nivel de digitalización de los socios (el 74,8 % de los socios son digitales), con un crecimiento de 5,2 puntos porcentuales en 2020.

Somos una Entidad solvente, queremos crecer de forma cualitativa y estamos preparados para ello, siempre en el marco de nuestro principal objetivo, la excelencia en el servicio y la satisfacción de nuestros socios y socias, ya que ellos son nuestra razón de ser.